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lunes, diciembre 18, 2006

Una carta a Santa Claus...



Llego la Navidad y con ella llegan el caos, los tapones, las compras, la regalía, las filas interminables en las tiendas y la gente que se queja de que la cosa esta mala, pero se bebe el doble sueldo o lo gasta "celebrando".
Las jugueterias hacen su Agosto y su Diciembre, pues ahora no solo dejan los Reyes Magos, nuestros tradicionales heroes que venían cargados de regalos, ahora tambíen hemos adoptado de la cultura gringa a Santa, ese viejo barrigon que siempre esta contento pues en el polo norte no hay tapones, que esta gordo y colorao por que en el norte no se pasa hambre ni necesidad, que viene en un trineo y vive en un lugar que nunca se va la luz.
Hoy aparece una noticia en el Listin Diario que no es nada nuevo, que no es sorpresa para nadie, pero que deja un sabor amargo en la boca, que hace preguntarnos hacia donde vamos como país, como sociedad, como individuos.
Que le pide a Santa un niño de 7 años que tiene que limpiar zapatos todo el día, que no puede ir a la escuela y que cuando no hace suficiente dinero le caen a palos en su casa?
Que diría la carta de la adolecente que tiene que limpiar vidrios en la 27 de Febrero para juntar dinero y salir de la casa de un abusador que golpea a su mamá?
Con que sueñan todos los menores, todos los palomos, todos los niños de la calle que son abusados, robados, violados?
Me imagino que pasan por las vitrinas de la Cuesta y se imaginan que tal vez un día tendran ese lindo carro rojo y tambien comida y ropa y alguien que los cuide y vele por ellos.
Ellos que solo saben de Santa por que lo han visto de adorno fuera de una tienda, que saben de reyes mayos si con suerte les llega alguna fundita de alguna Dama de sociedad o algunas de las muchas instituciones privadas que mucho años se encargan de llevarles sonrisas a los pobres que no saben de doble, ni de champagne a las 12, ni de esperar los regalos debajo de un arbolito.
Cada quien tiene su propia carta a Santa, muchos mangansones ya le encargaron la yipeta del 2007 con interiores de piel, otros estan esperando su canasta desde el despacho de la primera dama.
Y no es que sea malo desear cosas ni comprarlas, es buenisimo, solamente cuando nos quejemos de que el doble no dio para Puerco, pues comamos pollo y seamos más felices con lo que tenemos pues muchos no tienen nada, cualquiera que sea nuestro concepto de la Navidad y donde quiera que estemos.

El fin de año huele a compras,
en horabuenas y postales
con votos de renovación;
y yo que sé del otro mundo
que pide vida en los portales,
me doy a hacer una canción.
La gente luce estar de acuerdo,
maravillosamente todo
parece afín al celebrar.
Unos festejan sus millones,
otros la camisita limpia
y hay quien no sabe qué es brindar.
Mi canción no es del cielo,
las estrellas, la luna,
porque a ti te la entrego,
que no tienes ninguna.
Mi canción no es tan sólo
de quien pueda escucharla,
porque a veces el sordo
lleva más para amarla.
Tener no es signo de malvado
y no tener tampoco es prueba
de que acompañe la virtud;
pero el que nace bien parado,
en procurarse lo que anhela
no tiene que invertir salud.
Por eso canto a quien no escucha,
a quien no dejan escucharme,
a quien ya nunca me escuchó:
al que su cotidiana lucha
me da razones para amarle:
a aquel que nadie le cantó.
Mi canción no es del cielo,
las estrellas, la luna,
porque a ti te la entrego,
que no tienes ninguna.
Mi canción no es tan sólo
de quien pueda escucharla,
porque a veces el sordo
lleva más para amarla.
Silvio Rodriguez

viernes, diciembre 01, 2006

1 de Diciembre




Educación, conciencia, información contra tantos tabues y tanta ignorancia hacen que esta enfermedad todavia sea para muchos un cuento, las cifras de muertes son alarmantes, la cantidad de infectados y de niños huerfanos a causa de este mal son algo realmente preocupante, no es asunto de señalar ni de culpar a nadie, más bien podriamos cooperar tal vez con una cultura de responsabilidad, pero en pueblos como el nuestro donde no se invierte en educación, donde mucho menos es importante la educación sexual, todavia muchos padres tienen miedo de hablarles a sus hijos sobres las drogas y las enfermedades de transmisión sexual y una iglesia que prohibe el uso del preservativo y tampoco quiere hablar del tema, ni decir de muchos de sus feligreses que son ciegos obedientes en vez de sacar sus propias conclusiones.
Cada uno a su manera puede hacer algo y por poco que pueda parecer, puede hacer una gran diferencia.
Aumentan casos de SIDA en Rep. Dom.

SIDA en America Latina: 200 personas mueren al día