Desde una ciudad de contrastes donde el sol como el hielo golpean el asfalto al paso acelerado de más de 10 millones de almas diferentes. Hasta una isla fertil, que huele a caña y a melao, como dice el poeta colocada en el mismo trayecto del sol, preñada de salitre y con gente de corazon alegre como el ritmo de tambora.
1 Comments:
yo lo vi llegar a la meta. se me engrifaron los pelos, y eso que ya tenia como 3 presidentes en el buche, que emocion, que sea nuestro.
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